Hacerla feliz

Pasa el tiempo dentro de mi corazón

y al escuchar al viento narrar un nombre

ya no me da miedo recordar su voz

y no importa si alguna vez llore por aquel recuerdo,

hoy le quiero pedir perdón por no saber hacerla feliz

y simplemente decirle adiós

sin haber podido luchar como siempre jure por su sonrisa.

Mientras el tiempo corre por mis venas 

le  pregunto a las cuerdas de mi destino por donde debo caminar

cuando todo está oscuro y mi corazón ya no brilla.

Pregunto cómo tonto si algún día la puedo volver a llamar a media noche 

y decirle que aun extraño su voz, su sonrisa

y aquello que llenaba cada oración de mis poemas

con una nota musical llena de alegría, de sueños y amor incondicional.

Mientras el tiempo conversa con el alba

y el silencio intenta enseñarme a jugar con mi vida,

yo intento gritar el nombre de aquella que ame

y a la vez expresar el cólera que tengo guardado en mi pecho

para no morir en el olvido de una sonrisa

y en cambio pedir perdón por no saber hacerla feliz

Hoy entre sueños y poemas 

le exijo al viento que me explique cómo puedo lograr olvidar

una sonrisa que se incrusto en mi eterna realidad

y pedirle perdón por que nunca supe hacerla feliz.