Tengo la suerte de mirar el cielo,
y saber que jamás me rendí a tantas
penas de mi destino,
que al fin encontré una nueva ilusión,
un pequeño ángel al que puedo amar,
un ser celestial a quien le escribiré poemas
mientras duerma,
una luz de esperanza la cual se robara
mi corazón.
Dicen que no se puede medir el amor,
pero ella es mi mundo,
se transforma en los sueños de mi
futuro,
es el ángel que abrió la felicidad a
mi vida
metiéndose en mi camino,
sin preguntarme si yo deseaba sonreír
otra vez.
Tengo la suerte de levantar la vista,
de no patear piedras y caer al suelo,
hoy al fin encontré lo que tanto
buscaba,
lo que me permite escribir poemas desde
mi interior
y decir que ella es mi ángel,
la mujer con la cual sueño despertar.
Tengo la suerte de mirar sus ojos
y sentir como late mi corazón,
porque desde ahora es el ángel que
llego a iluminar mi vida.
Sé que tengo un pequeño corazón de
papel,
que al momento de mirarla se ilusiono
y su único sueño fue robarle una
mirada,
enamorarla y hacerla parte de mi
destino.
Digan lo que digan,
el tiempo no es nada mientras ella sea
mi mundo,
desde este momento prometo amarla
y espero lo mismo de su interior
ya que desde que se cruzo en mi camino
se transformo en aquel ángel
que llego a iluminar todo mi destino.
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