de
una habitación llena de personas,
pero en tan solo un segundo se transformo en
un pequeño ángel
el cual iluminaba increíblemente mi alma,
la observaba mientras
sonreía
sintiendo como se aceleraba mi corazón,
me perdía en sus ojos
y me
enamoraba con cada palabra de sus labios,
recuerdo su pelo el cual caía por sus
hombros
como alguna casaca de las que conocí en algún viaje loco,
recuerdo ese
día y aunque pasen los años y otros amores en mi vida,
ella fue mi felicidad,
me enseño a perder el miedo,
a valorarme por mi mismo,
me mostro lo que es amar
una noche
para luego despertar
y ver el mismo rostro hermoso a mi lado
suspirando un te amo,
me enseño a jugar y volver a ser un niño,
me enseño que
escribir también puede ser hermoso
y que recordarla es amarla en lo más
profundo de mi corazón
ya que aun me encuentro esperando su regreso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario