Quisiera

Como quisiera mirarla,
decirle que es un deseo oculto,
una muerte para mi alma
y es que la puedo mirar
pero no la puedo desnudar,
la puedo observar con ojos de deseo
y exitarme con el contorno de sus labios.

Como quisiera expresarle
que su piel como un deseo oculto
o un regalo de navidad,
quisiera abrirlo lentamente,
quisiera arrancar su envoltura
y maravillarme con su perfección,
con la hermosura de su simplesa,
maravillarme con su olor
y sonreir como un niño enamorado.

Como quisiera caer en aquel pecado,
no tener verguenza de saciar mi sed
con la fragancia de su vientre,
de recorrer con mis manos cada sombra
e iluminarla con la punta de mi lengua
escribiendo un verso en prosa.

A veces soy timido,
como un niño oculto mis pasiones
y como hombre intento ser un caballero,
pero cuando ella llega y atravieza aquella puerta
mirarla se vuelve un pecado,
una locura en mis pensamientos,
una sed que con agua no se puede calmar.

Como quisiera que la luna se escondiera
y gritar...

Gritar que ella es mi pasión prohibida,
mis sueños lujuriosos, mi deseo carnal,
mi fuego interior que cada vez crece y crece
con tan solo pensar en desnudar su piel.

Como quisiera que nuestras almas
en un simple beso llegaran a tener un orgasmo
y en el climax de la noche se exitaran
transformandose no en una palabra
si no en una frase que recorra tus piernas
y se incrusté en tu piel,
como lo harían mis brazos después de hacerte el amor
e incluso también después de mirarte y saciar mi sed.

Como quisieras cenar bajo la luz de la vela,
tomar un sueve vino y dejarnos llevar,
escribir una oración con la brisa de nuestra respiración,
dibujar en tu espalda desnuda un bosquejo de mi corazón
y en un abrir y cerrar de ojos
tocarnos con delicadeza hasta armar una tormenta
y desordenar el sillón, la cama o cada espacio
que exista en aquel lugar
y llenarnos de lujuría, de miradas, de besos,
mordidas y sudor que solo terminaran
cuando alguno de los dos se quede dormirdo.

Como quisiera mirarla mientras el agua
de su ducha recorre cada centimetro
y no deja imaginación, ni fantasías que pensar.

Como quisiera besarla,
que un segundo sea mi clave
para expresarle que ella es la criatura,
el ser o simplemente el espejismo
del cual me enamore y no puedo olvidar.

Pero este deseo se vuelve mi tormento,
mi pecado, aquello que enciende mi alma,
es mi deseo prohibido, la manzana que no debo probar,
pero hoy en mi pequeño letargo de vida
como quisiera tener a esa mujer en mis brazos
y decirle que es aquello que llena mi vida,
la esperanza de renacer de las cenizas
y porque no... el amor de mi vida.

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